viernes, 17 de mayo de 2013

SALVADOR, EL LEGADO VIVE!!!


RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO DEL DISEÑADOR GRÁFICO, FRENTE AL LEGADO DE LA AGENCIA NICHOLLS.

Cómo se traduce el legado de la Agencia de Hernán Nicholls y sus herederos históricos, en el desempeño y compromiso del Diseñador Gráfico y otros actores de la Disciplina, frente a la sociedad actual del Valle del Cauca?

Hoy en día el Valle del Cauca se ha convertido en una potencia de las artes gráficas a nivel nacional, incluso con una proyección de la industria, hacia el exterior. Esto puede parecer un fenómeno reciente, pero ya desde la década del 70, tras aquellos Juegos Panamericanos que marcaron las generaciones pasadas, Cali había llamado la atención de todo Colombia, convirtiéndose en una meca del arte, la cultura, el diseño y la publicidad, gracias a un grupo de maestros creativos como el Profeta Hernán Nicholls y sus discípulos Salvador García, Carlos Duque, Andrés Caicedo, Carlos Mayolo, Fernell Franco, Luis Ospina y otros personajes, que dignificaron este oficio de la creatividad, que lo elevaron  a un nivel casi artístico, como diría el Maestro Salvador, con el corazón, con inteligencia, con la verdad, con el alma.

Como diseñadores, como artistas y como publicistas, tenemos dos compromisos fundamentales, con el Valle y con nosotros mismos; primero, ser los nuevos discípulos de esa edad dorada que hizo grande la industria, con esa pasión, con esa entrega y ese amor, que cada uno de ellos por más de 30 años nos han enseñado.

Nuestro segundo compromiso, es frente al ser humano, frente a la naturaleza, frente al mundo en el que hoy vivimos, un mundo globalizado, donde el medio ambiente y la sociedad, exigen de nosotros una ética y un ejercicio responsable de nuestra disciplina, en el cual no seamos instrumentos para la mentira y el consumo indiscriminado, sino actores protagonistas de un futuro mejor.

Frente a este compromiso y responsabilidad del diseñador en el mundo actual, David Berman, de la asociación internacional de diseñadores gráficos ICOGRADA, nos llama la atención al cuestionarnos; cuándo nuestros jóvenes en 100 años, miren hacia nuestros tiempos, cual será el peor problema de nuestra generación, qué haremos nosotros para desviar este gran barco en el que hoy todos estamos, de un inminente desastre, esperaremos a ver la bahía acercarse para tratar de desviarlo, cual será el papel del creativo frente a esta pirámide del consumo y el engaño en la cual todos aportamos al crecimiento de estas grandes organizaciones.

Nos encontramos frente a una profesión muy joven en la región y a la vez poderosa, pasando en 15 años de uno a cinco programas de nivel profesional, en áreas afines al diseño y la comunicación gráfica, por lo cual es necesario y urgente, un ejercicio a conciencia de nuestras diversas disciplinas, pues en nuestras jóvenes y poderosas manos, se encuentra el destino que ha de seguir este oficio, para que las generaciones venideras, como lo afirma Berman, puedan admirar la forma en que decidimos invertir nuestras energías creativas, no solo haciendo un buen diseño, sino haciendo el bien.

SALVADOR: EL LEGADO VIVE.
El Grupo de Investigación Visualizar, de la Corporación Universitaria Autónoma de Nariño, presenta su primer trabajo documental, con el Maestro de origen español, Salvador García, bajo la dirección de Rafael Ángel, director del grupo y Leidy Katherine Zuleta, estudiante de dicha institución.



Durante más de 30 años, desde su trabajo como diseñador y publicista, Salvador García ha logrado convertirse en uno de los grandes exponentes de estas disciplinas en el país y en un representante vigente de la Cali de los años 70's, meca del diseño y la publicidad.




Rafael Ángel
Director, Grupo de Investigación Visualizar.
Corporación Universitaria Autónoma de Nariño.
Extensión Cali.

produgrafica@aunarcali.edu.co
Cali, Colombia.

martes, 22 de marzo de 2011

MAJAGUAL, CAPITAL MUNDIAL DEL PORRO.

Lo que para muchos es simple música de diciembre o música para fin de año, representa uno de los pilares del folklore musical colombiano. Su importancia no sólo se limita a tener uno de los catálogos más extensos y exitosos de nuestra música tradicional en toda su historia, sino a la creación de un género musical único de nuestro país; la música corralera.
Durante 20 años, el barrio Majagual en Sincelejo, Sucre, fue sede de las tradicionales Fiestas del 20 de Enero o Fiestas de Corralejas, celebración de origen religioso realizada en honor al Dulce Nombre de Jesús y posiblemente la fiesta brava más importante del Caribe colombiano.
Estas fiestas, además de la importancia que tienen en sí mismas como fiesta popular, son de una gran importancia para la historia del folklore musical colombiano al ser el origen y núcleo de uno de los movimientos más importantes y único de nuestro país, la música sabanera, interpretada por las tradicionales bandas de vientos en la costa Caribe, comprendiendo más de 15 ritmos musicales, destacándose entre ellos el porro, la cumbia, el fandango y el paseaito.
De la música sabanera se deriva un género aun más propio y exclusivo de nuestra costa Caribe, la música corralera, la cual nace al fusionar las tradicionales bandas de vientos de la región con los conjuntos de acordeón de la época, con sus instrumentos acompañantes como son la caja y la guacharaca. 
Como gestores y máximos exponentes de este nuevo movimiento tenemos a Los Corraleros de Majagual, agrupación que nace en 1960, tras la celebración de unas corralejas, al unirse los reconocidos músicos Alfredo Gutiérrez y Calixto Ochoa con Antonio Fuentes, quien fuera en ese entonces y por muchos años el presidente de Discos Fuentes.


En octubre de 1960, se da el nacimiento oficial de la agrupación cuando un grupo selecto de músicos, quienes venían en su mayoría de las bandas que amenizaban las corralejas en Sincelejo, invitados por Antonio Fuentes entran a un estudio y graban el porro “Majagual” cuya única letra era su coro “Para Sincelejo” y el cual inspiraría el nombre de la orquesta. Este momento parte en dos la historia del folklore y la música tropical en Colombia, siendo este el punto de partida para la más exitosa orquesta colombiana de todos los tiempos y con ellos uno de nuestros géneros musicales más exitosos, la música corralera.
Los primeros años de la agrupación, con Alfredo Gutiérrez al mando, y hasta su retiro en 1966, al entregar su puesto al también reconocido Lisandro Meza, constituyen el periodo más importante y conservador de la carrera de los Corraleros, siendo un periodo que en lo musical se mantiene fiel al folklore sabanero y el sonido tradicional de las bandas de viento. En este periodo se destacan temas como Majagual, La Paloma Guarumera y Majagual.
A partir de 1966, con Lisandro en el acordeón y el famoso salsero Fruko en los timbales, el grupo toma un nuevo rumbo en su sonido, más internacional, más bailable y con una fuerte influencia de la salsa, debida en parte, a los viajes de la agrupación a Nueva York. Este nuevo sonido se aleja un poco del género corralero que unos años atrás ellos mismos ayudaron a crear, pero los hace muchos más fuertes a nivel internacional, compitiendo con orquestas como la Billos Baracas Boys, la Orquesta de Pérez Prado y la orquesta de Lucho Bermúdez.
Para mediados de la década del 70, el hecho de tener tantas estrellas en la orquesta, todos con exitosos conjuntos aparte de los Corraleros, hace que se vuelva económicamente insostenible presentarla en concierto, limitando su trabajo a la producción discográfica, lo que al final lleva a la separación indefinida del grupo.
En 1979 se reagrupa la orquesta en lo que podríamos denominar como el periodo de Armando Hernández, acordeonero y vocalista quien es hoy uno de los más fuertes exponentes de la música tropical en Colombia. Este reconocido músico ya había hecho algunas colaboraciones con la agrupación en los años 60’s pero es en este periodo donde toma un papel protagónico alternando una serie de grandes éxitos con Los Corraleros con sus éxitos como solista y con la reconocida orquesta El Combo Caribe de la cual fue director al disolverse nuevamente Los Corraleros a mediados de la década del 80.
Para 1989 se plantea una reunión de Los Corraleros, con algunos de los primeros integrantes sumados a los hermanos Gutiérrez, Dino, Walfredo y Alfredo Jr. hijos de Alfredo Gutiérrez, quienes se han encargado de mantener viva esta institución y de difundir el folklore de la costa Caribe por el mundo. En el transcurso de los 90’s algunos músicos tradicionales de la orquesta regresan y otros salen, pero es tras el retiro de reconocidos integrantes como Eliseo Herrera, Tony Zúñiga y Chico Cervantes, que los hermanos Gutiérrez toman control total y definitivo de la orquesta, la cual mantienen activa hoy en día, con la realización de giras y nuevas producciones discográficas con un sonido quizás más moderno pero muy respetuoso de la tradición y los ritmos típicos de la cultura sabanera.
Cuando Antonio Fuentes reúne y funda esta agrupación su premisa es clara, según sus palabras, era “…crear una música con sabor a mierda de vaca”. Para él esto significaba tomar el sentimiento del hombre más humilde del campo, capturar y difundir la expresión de todas estas personas que día a día madrugaban a trabajar la tierra y cuidar el ganado, reflejando su diario vivir, su cotidianidad, sus gustos, sus expresiones, sus creencias y sobre todo su música, para llevarla a un nuevo nivel en cuanto a tecnología, difusión y popularidad, trascendiendo a todas las regiones del país y convirtiéndose en parte de la vida de muchas familias en Colombia. Quizás el logro más importante de Los Corraleros según sus seguidores y conocedores como Carlos Vives, ha sido llevar la cumbia de Colombia a todo el continente, lo que da un gran valor al hecho de que hoy, casi medio siglo después de su creación, se mantenga viva ésta, que es la más grande institución del folklore en Colombia y una de las más importantes de América Latina.

Rafael Ángel.
Diseñador Gráfico, Universidad del Valle.
Docente e Investigador en Folklore y Cultura Popular.
Proyecto Majagual: Folk + Pop.

LA GALERÍA, TEMPLO DE INSPIRACIÓN VISUAL Y CONSERVACIÓN CULTURAL.

Cuando el antropólogo argentino Néstor García Canclini, plantea la existencia de las culturas híbridas y la existencia de unos núcleos de expresión popular donde se conservan las expresiones culturales latinoamericanas, aisladas de los fenómenos globalizadores y homegenizadores, se abre posiblemente una puerta y la motivación para la búsqueda y estudio de todos estos espacios, sean éstos culturales, geográficos o urbanos.

Expresiones musicales, movimientos artísticos, prácticas artesanales e incluso espacios perfectamente definidos, se convierten en núcleos de resistencia ante el inminente y a veces inevitable proceso de globalización, en el cual tendemos a perder nuestra identidad propia para convertirnos en culturas híbridas y eventualmente en parte de una cultura homogénea y global.


Dentro de estos espacios de conservación, la galería o plaza de mercado, elemento típico de la identidad latinoamericana se ha convertido en un espacio de estudio e inspiración visual, utilizado incluso como espacio para la producción de video clips por artistas como Café Tacvba en México, Los Prisioneros en Chile, Bomba Estéreo y Choc Quib Town en Colombia, entre otros tantos.

Estos espacios comerciales, ofrecen a sus visitantes una amplia gama de productos, como carnes, frutas, flores, granos y verduras, como los supermercados o almacenes de cadena, y adicionalmente, productos de gran arraigo en nuestra cultura popular y el folklore demosófico latinoamericano, como plantas curativas, jabones y hierbas para la prosperidad, para atraer el amor, que en muchos casos cruzan los límites de la medicina alternativa y naturista, para entrar en los terrenos de la magia y la santería.



Frente a estos espacios comerciales, en diferentes ciudades el país, podemos recoger aspectos mayormente positivos, de los cuales se citan algunos a continuación (1):

Las galerías son interesantes, creo que se podrían sacar imágenes muy buenas de allá, especialmente de las personas.

Lina Marcela Domínguez, Cali.

Como un sitio cultural y de tradición, no recibe el verdadero valor por parte de las personas ni por el gobierno. Están descuidadas y el paso del tiempo se ve en sus instalaciones.

María Alejandra Téllez, Cali.

Me fascinan las plazas de mercado. Su gente, sus puestos pintorescos, su colorido y sobre todo, sus restaurantes o simples comederos con una sazón y unos precios....

José Alfredo Bravo, Medellín.

Colores, sabores, olores, un millón de cosas en un solo lugar.

…los puestos de frutas y verduras, con su colorido y aromas.

Claudia Torres, Medellín.


Más allá de la variedad, frescura del producto, precios bajos y la capacidad de regatear, entre otras ventajas para el consumidor, la galería, espacio en crisis en algunas ciudades, ofrece un gran espacio de encuentro, tanto con el vecino, el amigo o el vendedor, como con nuestra propia identidad local, nacional y latinoamericana.

Como un denominador común y tesoro cultural, este espacio se convierte, en el contexto actual del diseño visual, de temáticas y posibilidades en expansión, en un campo de acción para su estudio, conservación y fuente de inspiración visual.