
Expresiones musicales, movimientos artísticos, prácticas artesanales e incluso espacios perfectamente definidos, se convierten en núcleos de resistencia ante el inminente y a veces inevitable proceso de globalización, en el cual tendemos a perder nuestra identidad propia para convertirnos en culturas híbridas y eventualmente en parte de una cultura homogénea y global.
Dentro de estos espacios de conservación, la galería o plaza de mercado, elemento típico de la identidad latinoamericana se ha convertido en un espacio de estudio e inspiración visual, utilizado incluso como espacio para la producción de video clips por artistas como Café Tacvba en México, Los Prisioneros en Chile, Bomba Estéreo y Choc Quib Town en Colombia, entre otros tantos.
Estos espacios comerciales, ofrecen a sus visitantes una amplia gama de productos, como carnes, frutas, flores, granos y verduras, como los supermercados o almacenes de cadena, y adicionalmente, productos de gran arraigo en nuestra cultura popular y el folklore demosófico latinoamericano, como plantas curativas, jabones y hierbas para la prosperidad, para atraer el amor, que en muchos casos cruzan los límites de la medicina alternativa y naturista, para entrar en los terrenos de la magia y la santería.
Frente a estos espacios comerciales, en diferentes ciudades el país, podemos recoger aspectos mayormente positivos, de los cuales se citan algunos a continuación (1):
Las galerías son interesantes, creo que se podrían sacar imágenes muy buenas de allá, especialmente de las personas.
Lina Marcela Domínguez, Cali.
Como un sitio cultural y de tradición, no recibe el verdadero valor por parte de las personas ni por el gobierno. Están descuidadas y el paso del tiempo se ve en sus instalaciones.
María Alejandra Téllez, Cali.
Me fascinan las plazas de mercado. Su gente, sus puestos pintorescos, su colorido y sobre todo, sus restaurantes o simples comederos con una sazón y unos precios....
José Alfredo Bravo, Medellín.
Colores, sabores, olores, un millón de cosas en un solo lugar.
…los puestos de frutas y verduras, con su colorido y aromas.
Claudia Torres, Medellín.
Más allá de la variedad, frescura del producto, precios bajos y la capacidad de regatear, entre otras ventajas para el consumidor, la galería, espacio en crisis en algunas ciudades, ofrece un gran espacio de encuentro, tanto con el vecino, el amigo o el vendedor, como con nuestra propia identidad local, nacional y latinoamericana.
Como un denominador común y tesoro cultural, este espacio se convierte, en el contexto actual del diseño visual, de temáticas y posibilidades en expansión, en un campo de acción para su estudio, conservación y fuente de inspiración visual.
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